BITÁCORA REPORTERIL

CÉSAR BARRERA VÁZQUEZ | Opinión | 11/07/2018

QUE LA CASETA DE CUYUTLÁN SEA DE LOS COLIMENSES

El gobernador Ignacio Peralta dio un claro mensaje de voluntad política para el retiro de la Caseta de Cuyutlán, cuya desaparición demanda toda la población colimense. El gobernador no se quedó en lo mediático, como otros actores políticos en este tema, sino que presentó elementos jurídicos, pues los concesionarios, haciendo uso de los vacíos legales, realizaron cuatro ampliaciones de dicha concesión.

Se suma, además, un componente financiero: la autopista, de acuerdo a los datos y evidencias sopesadas por el ejecutivo y el legislativo,  ya fue pagada y, al parecer, incluso, el cobro del peaje se canalizó para pagar la carretera de otra entidad, lo que en última instancia detonó manifestaciones sociales y la toma de ese espacio.

Fortalece aún más esta postura del ejecutivo que se haga en conjunto con el congreso local y que, además, participe la subsecretaría de Infraestructura de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT), porque son patentes los elementos, tanto jurídicos como financieros, para revocar la concesión.

Esta acción de gobierno, histórica porque no existe parangón a nivel local y quizá, también, a nivel nacional, toca intereses de grupos muy poderosos, entre los que se encuentra el empresario David Peñaloza, dueño de la empresa Pinfra, la cual actualmente tiene la concesión de la Caseta de Cuyutlán. Ahora hay que esperar la respuesta de la SCT: tiene 60 días para responder si se revocará la concesión de la caseta o no.

Si la respuesta es afirmativa se tendrá que proceder a la revocación de la caseta; de lo contrario, se tendrá  que apelar y esperar una sentencia del Poder Judicial para que dictamine quién tiene la razón. Paralelamente a estas acciones, el ejecutivo enviará una iniciativa al  congreso para que quede prohibido triangular financiamiento de carreteras, que es exactamente lo que hizo Pinfra en este caso.

Ahora bien, no creo que lo ideal para el estado sea desaparecer la Caseta de Cuyutlán, y lo explico: lo conveniente para los colimenses, en todo caso, sería que a los vehículos con placas de Colima no se les cobrara. Lo más favorable para el estado es que la administración de la caseta pase al gobierno del estado: ¿por qué los más de 8 mil tráileres que pasan por esa zona van a dejar de pagar? Eso tampoco es justo.

Es un ingreso importante. Estamos hablando de más de 2 millones de pesos diarios. Y ese dinero podría fortalecer la hacienda pública. El gobierno tiene pocos mecanismos para generar ingresos estatales (menos del 10 por ciento del dinero del estado es estatal); por otro lado,  si la Caseta de Cuyutlán desaparece quién le dará mantenimiento a esa importante autopista, que es transitada por miles de colimenses al día.

Vaya, lo más factible aquí es que se les cobre a los tráileres el peaje y, en ese sentido, el recurso se utilice para el mantenimiento, así como para otras acciones de gobierno a favor de la población. Es un negocio, pero uno que beneficia a los colimenses. Porque seguramente esa cantidad de tráileres que transitan seguirá creciendo y es un ingreso que fortalecerá, sin duda, la hacienda pública del estado. Un gobierno financieramente fuerte genera mayores beneficios a la población. Para mí está claro: que la caseta no se quite; que el gobierno la administre y que el dinero generado beneficie a los colimenses.

DOS PUNTOS

Indira Vizcaíno será la coordinadora estatal en Colima, una figura que suplirá a los delegados. De entrada es una idea genial de López Obrador la de eliminar todos los delegados de las dependencias federales, porque con esa medida se generará un importante ahorro. Y es que un delegado, una figura meramente decorativa en los hechos, implicaba un importante recurso. Hay delegados, como el de la SEP, que ganan aproximadamente 130 mil pesos mensuales. Por otro lado, Indira Vizcaíno es una política colimense abierta al diálogo, que siempre la ha caracterizado una vocación de servicio. Por eso fue secretaria de Desarrollo Social, diputada, presidenta municipal y ahora, en esta nueva responsabilidad, seguramente seguirá haciendo un trabajo sin partidismos y a favor de la población.